CONAMU
Historia del Consejo Nacional de Mujeres del Uruguay

Además de sus insistentes gestiones para la obtención de los derechos políticos y civiles el Consejo se ocupó de la protección del niño y de la mujer trabajadora; del abaratamiento de la vida; la supresión de los inicuos trusts de artículos de primera necesi­dad. Se realizaron intensas campañas contra el alcoholismo, contra la prostitución y sobre Paz y Arbitraje. Se procuró abrir para la mujer las puertas que los obreros cerraban para que aprendieran el oficio de linotipista y se incluyó la enseñanza de la linotipia en las Escuelas Industriales femeninas. Se desarrolló una gran campa­ña sobre educación sexual y educación cívica en las escuelas...

Esta labor se desarrolló no sólo en Montevideo, sino en todo el interior de la República.

Se organizaron importantes manifestaciones. El 5 de diciembre de 1929, en Montevideo, en el Paraninfo de la Universidad de la Re pública se llevó a cabo un acto sin precedentes, por la novedosa participación masiva de mujeres. El mismo fue patrocinado por el Consejo Nacional y por la Alianza Uruguaya de Mujeres para el voto femenino, surgida de una de las Comisiones del Consejo. Había sido anunciado en carteles fijados con profusión en distintos puntos de !a ciudad, en los que se leía: "LAS MUJERES URUGUAYAS RECLAMAN SUS DERECHOS POLITICOS". La oratoria estuvo a cargo de: la Dra.Paulina Luisí, la Dra. Elvira Martorelli, la Escribana Luisa Machado de Abellá llá, la bachiller Olivia de Vasconcellos. La oratoria estuvo a car go de: Paulina Luis¡, Carmen Onetti, Leonor Hourticou, Cristina Du frechou, Elisa Barros Daguerre, Elvira Martorelli, Laura Cortinas, Luisa Machado Bonet de Abellá, Adela Barbitta Colombo, Olivia de Vasconcellos, María Inés Navarra.

El 28 de agosto de 1932 tuvo lugar, también en Montevideo, el Gran Mitin Femenino por la Paz, cuya parte organizativa correspon­dió al Consejo, pero que tuvo fundamental impulso en la Asociación Estudiantil Femenina presidida por la Escribana Isabel Pazos Abelenda. Veintidós asociaciones femeninas apoyaron el acto, del que se ocupó extensamente la prensa, manifestándose, entre otros con­ceptos, que el mismo quedaría registrado en los anales de nuestra historia de pueblo libre y pacifista, como una de las hermosasafir maciones de fe en el porvenir de la humanidad, con la base de una paz efectiva y una comprensión generosa entre todos los pueblos.

En una sesión del Parlamento se refirieron en términos elogio­sos al Consejo y a la Dra. Paulina Luisi.

Fue cuando se presentó en la Cámara de Representantes, en 1923, un proyecto de reconocimiento de los derechos políticos y civiles de la mujer. El mismo había sido redactado por el Presidente de la República, (circunstancia remarcable por lo tanto), el Dr.Baltasar Brum, a quien la Dra. Paulina Luisi definiera como "decidido y au­téntico feminista".

Uno de los diputados que presentó el proyecto, el Sr. Orlando Pedragosa Sierra, se refirió a nuestro movimiento feminista que "llevaban a cabo sus mujeres cultas con encomiable perseverancia desde hace diez años, con la prestigiosa enseñanza del Consejo Na cional de Mujeres que por su composición y el carácter social y científico de su campaña proselitista constituye un honor insigne en el ambiente de América... Se observará que nuestro feminismo ha contribuido fundamentalmente a combatir plagas sociales de grave carácter... Su concurso ha ido más allá de la frontera de la pa­tria, representándonos en congresos... en cuyas reuniones de inte­lectualidad feminista el nombre de Uruguay, por obra de la ilustra da compatriota Paulina Luis¡, se exaltó con el reconocimiento lau datorio a que obliga su legislación humana y progresista".

Reconocimiento como vemos, a nivel legislativo, de la jerarquía de nuestro Consejo Nacional y de la ilustre compatriota que lo creó y presidió.

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