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CAMM - Violencia Intrafamiliar: Abuso Emocional: PS.Cecilia Arozamena

I) Introducción.

No se trata de un tema nuevo, es tan viejo como la misma humanidad. Sin embargo, sólo desde hace unos pocos años la sociedad aceptó que fuera sacado a la luz, quizá cuando se comenzó a contar con instrumentos, en su gran mayoría aportados por la psicología, que permitían atacar el problema.

La violencia intrafamiliar se ha definido como "acto cometido dentro de la familia por uno de sus miembros, que perjudica gravemente la vida, el cuerpo, la integridad psicológica o la libertad de otro miembro de la familia."(1)

Los casos de violencia familiar se dan en todas las clases sociales y culturales y sitúan como víctimas preferencial, es a las mujeres, aunque el atropello no es un enfrentamiento entre sexos: suele desencadenarse también sobre los hijos, hermanos pequeños y padres ancianos.

En la violencia familiar se reconocen varias etapas: la primera cuando la mujer advierte la agresividad de palabra por parte de su pareja, que además critica a ultranza sus actitudes y aspecto.

El segundo paso se inicia cuando el hombre prorrumpe en ataques directos. Durante esta fase la mujer suele alcanzar un estado extremo de inseguridad y desesperación.

En una tercera etapa prima la calma y la promesa formal del hombre de que hechos así no se volverán a repetir. Al tiempo, sin embargo, el ciclo puede recomenzar.

Estadísticas a nivel regional plantean que la mitad de las familias de una población, sufre alguna forma de violencia.(2)

Muchas de estas situaciones pasan inadvertidas porque corresponden a maltrato psicológico y no dejan las clásicas huellas de hematomas o fracturas, aunque sí impiden el normal desarrollo de las mujeres que lo sufren.

Lo que sucede dentro de estas familias, es un cambio en el código de comunicación. En ellas se incluye el acto violento como una instancia permitida ya sea para ponerle punto final a una negociación o para resolver un desacuerdo. Y si bien la sociedad no tolera la violencia en su seno, estas familias lo legitiman, porque se trata en general, de un modelo que recibieron de sus padres. En ellas no existe relación de pares y todo se resuelve por medio de la violencia.

Se trata de personas que tienen escasa capacidad de reflexión, de poner su enojo, su disconformidad en palabras. Entonces cuando entran en estado de furia, pegan, maltratan, violan, lastiman, agreden.

Muchas veces las mujer recibe los efectos de un sentimiento de venganza que el hombre siente hacia sus propios padres por un abandono infantil.

En una primera instancia se muestra violento con su pareja. Luego su agresión se transfiere a todo lo que ella valora: amigos, objetos, animales. Muchas veces el maltrato comienza con el embarazo. Porque lo que este hombre en general muy posesivo siente, es la aparición de un rival que lo desplazará

Estos son los casos que aparecen diariamente en los medios de comunicación, pero existen formas más sutiles que provocan un impacto más dilatado en el tiempo pero que son tan destructivas de la personalidad como las que lastiman físicamente.

II) Maltrato psicológico

El presente estudio busca analizar el maltrato psicológico (abuso emocional). Este comprende una variedad de formas que incluyen: la desvalorización, la hostilidad y la indiferencia.

Desvalorización de sus opiniones, de las tareas que realiza, de su cuerpo (bromas, ironías y mensajes descalificatorios).

La hostilidad se manifiesta a través de reproches, acusaciones e insultos permanentes, que muchas veces se traducen en amenazas.

La indiferencia también se transforma en arma cuando se ignoran las necesidades afectivas de la mujer y sus estados de ánimo.

El abuso verbal puede ser una advertencia acerca de un futuro abuso físico e incluso en sí mismo puede destruir una relación.

Si bien todo el mundo se enoja de vez en cuando, e incluso dice cosas hirientes a la persona que quiere, el abusador verbal tiene un estilo y una motivación diferentes.

Utiliza las palabras y las emociones (como el enojo y la frialdad) para castigar, humillar y controlar a su pareja, y los hace de una manera constante y compulsiva

A menudo, a los hombres les resulta más fácil frenar la violencia física que el abuso verbal. Saben que los ataques verbales no les pueden traer problemas legales. Pero aún así pueden atemorizar fuertemente a sus víctimas.

El vocabulario del abuso verbal es amplio. Puede tomar la forma de enojo, subestimación, juicio constante y desafío.

Luego está la dolorosa pero conocida trampa de la agresión disimulada como broma. Cuando la víctima expresa sentirse lastimada, el abusador apela a su fría retórica: "qué te pasa? no tenés sentido del humor'."

Para comprender la situación de abuso emocional es conveniente referirse a las características de los integrantes de la pareja.

En general son hombres que establecen un vínculo de gran dependencia con la mujer. Son inseguros, manipuladores, seductores. En una proporción elevada han visto estas conductas de abuso emoci oral en su propio hogar.

Se observa en ellos también cierta dificultad para comunicar afectos y escasa sociabilidad.

Cuando ejercen este tipo de maltrato lo hacen para conservar el poder en la relación, para mantener el dominio sobre la mujer: es una actitud autodefensiva.

Establecen un vínculo de amor y temor por la mujer. Temen que esta los abandone y para evitar esto llegan hasta los comportamientos más increíbles.

El más frecuente es el control excesivo ejercido sobre la mujer que, exacerbado, llega a configurar una clara celotipia.

Todas sus actitudes tienden a buscar la obediencia de la mujer con la posterior pérdida de confianza en sí misma.

Las consecuencias de viviren este tipo de clima emocional se traducen en un debilitamiento de las defensas de lamujer, que puede experimentar miedo, pesadillas. inseguridad, sentimientos de indefensión y de confusión, cuadros depresivos, dificultad para contactarse socialmente, insomnio, problemas de memoria y concentración y en los casos más graves puede llegar al suicidio.

III) Formas de abordaje

Muy paulatinamente y con la ayuda de La difusión de estos temas, los hombres que maltratan, así como Las mujeres, porque la mayoría de las veces la violencia es mutua, toman conciencia del problema y se acercan a pedir ayuda.

La Comisaría de la Mujer y la Familia, junto con algunas ONG de mujeres viene realizando en nuestro país, una importante tarea de prevención y asesoramiento en materia de violencia contra la mujer y la familia.

La intervención policial en un asunto que antes se consideraba privado actúa como un freno inmediato de la violencia física.

Lo que caracteriza a la mayoría de las víctimas de estas situaciones es la ignorancia de los instrumentos que la sociedad les ofrece para resguardarse y defenderse.

Ignoran que el maltrato es un delito. Cuando el agresor ve que el problema ya trascendió Las fronteras del hogar, en general, se cuida mucho de volver a caer en la violencia y comienza a tener miedo y precaverse de esa persona que antes era su víctima.

El asesoramiento que nuestro Centro presta comienza con una entrevista de información, contención y apoyo para la mujer con una orientadora familiar liarque luego realiza las derivaciones correspondientes a las diferentes áreas social, legal o psicológica.

Como este puede ser el primer y a veces último contacto que se tiene con la mujer, se la orienta frente a otra posible escena de violencia así como se la prepara por si debe abandonar repentinamente el hogar, asesorándola sobre la utilización de un refugio si la gravedad del caso lo requiere.

Otra posibilidad es el ingreso a un grupo de autoayuda. Una parte de las mujeres llega a los grupos cuando toma conciencia que no quiere soportar más. Allí junto con otras mujeres en su misma situación comienzan a sacar fuerzas.

En los grupos se trata que perciba las razones que la llevaron a esta extrema circunstancia. Se trabaja sobre los mitos, la dependencia y la desvalorización.

Como señala G. Ferreira: "se le enseña sobre todo a pensarse como una persona adulta, responsable de sí misma, capaz de tomar decisiones, de poner limites a los abusos y atropellos de cualquiera y de desarrollar medidas de autoprotección, intentando focalizar el cambio en su propio crecimiento y maduración".

Entre Los muchos elementos que se tienen en cuenta para trabajar, existe uno fundamental: las intervenciones de los profesionales se realizan claramente en contra de la violencia.

Con respecto al abordaje del abuso verbal, lo que se trata de hacer es generarles la posibilidad de responder de otras maneras frente a un conflicto.

En detemínada ocasión, si se ve que el hombre es tratable, se intenta reconstruir la pareja, pero a veces, la relación está muy deteriorada y esto no se logra.

Si bien la evolución de una familia con estas características agresivas aumenta Las posibilidades de copiar este tipo de funcionamiento, esto no siempre es así. De acuerdo con estudios realizado en EUA, de cinco hijos de un hogar violento, no todos imitarán ese modelo necesariamente, quizá lo haga uno de ellos, el que esté más ligado afectivamente con el agresor.

Pero la posibilidad de ir detectando estos casos y modificando actitudes evita que esto se perpetúe.

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